La Universidad de Chile, -tecnologia punta en America del Sur- trabaja en bio-ingenieria dental para poder inducir una tercera denticion.
En Marcha Laboratorio de Avanzada en Genética Dental
Investigadores de nuestra universidad profesores Ruby Valdivia y Motoe Kato han reunido durante los últimos cinco años conocimientos y tecnología de punta capaz de construir ratones con bioingeniería, estudiar el desarrollo embrionario de la zona bucal y soñar con inducir genéticamente una tercera dentición en los seres humanos.
La nueva sede del departamento de biología molecular contará con el único bioterio para mamíferos libre de patógenos, lo que garantiza los resultados experimentales. Además tiene los equipos necesarios para crear alimentos transgénicos seguros, e incluso, realizar clonaciones. Pero esto último no está en los planes.
Los alumnos de la Universidad de Chile tendrán la Facultad de Odontología más avanzada de Sudamérica. Así lo afirma la bióloga y académica Ruby Valdivia, quien observa expectante la construcción de un moderno edificio en la calle Olivos, en Independencia, que albergará laboratorios de química oral, bioquímica oral, histología, biblioteca, salas y auditorio, para educación de pregrado, postgrado e investigación.
Pero, por sobre todo, esas será
n las nuevas dependencias del equipo de Biología Molecular liderado por el médico veterinario japonés, profesor Motoe Kato y su colega Ruby Valdivia, ambos doctores en ciencias biológicas, titulados en el país nipón. La pareja de profesionales trabaja desde 1997 montando un avanzado laboratorio de investigación genética y cría de ratones con el objetivo de generar los conocimientos necesarios aplicables a problemáticas de la salud bucal.
Durante este período han conseguido logros de relevancia científica internacional como la aplicación de la técnica "knock out" que permite retirar segmentos seleccionados de la estructura genética de los organismos para observar las áreas que se ven afectadas. Además han adquirido -gracias a fondos del proyecto Milenio de Mideplan, Fondecyt, Mecesup, el apoyo de las autoridades universitarias y el propio esfuerzo de los investigadores- equipos de última generación, como por ejemplo, uno para congelar embriones utilizando alcohol y otro para inyectar y manipular células y su ADN.
"Ya tenemos un laboratorio de punta, lo único que nos faltaba es tener donde ponerlo, era como estar en el campo con todos los equipos afuera", ironiza la profesora Ruby Valdivia, celebrando la construcción del nuevo edificio que será entregado este mes de enero para ser habilitado en marzo.
Son tan de avanzada los instrumentos con que trabaja este grupo de investigación –integrado además por la doctora en odontología María Angélica Torres y Laura Labra, bioterista- que se puede afirmar que Chile cuenta con los conocimientos y tecnología apropiada para realizar una clonación, sin embargo la posibilidad de dicho experimento no se baraja ni en el más remoto de los planes. "Podemos, pero no queremos, por principios y porque no tiene ningún sentido científico para nosotros. Fuera del fenómeno, clonar humanos no te va a permitir descubrir mecanismos de acción de nada, solamente saber si el individuo realmente se adapta al problema terrible de ser uno más del otro, sin haber pasado por la etapa de fecundación", explica la profesora Dra. Valdivia afirmando que conocer el mecanismo de cómo funcionan los genes es más difícil que clonar.
Los equipos también servirían para crear e investigar los cuestionados alimentos transgénicos, pero eso tampoco se realiza en nuestro país por un problema de cultura, según señala la académica. "Las plantas y los animales transgénicos han producido tanto escándalo, porque la gente se asustó creyendo que las mutaciones se iban a traspasar a nosotros ¿Acaso si te comes un tomate te pasan los genes del tomate a tu cuerpo? ¡No! Imposible. Puedo asegurar que no te van a salir aletas de pescado porque te comas un tomate con genes insertados de pescado. Es muy difícil que se mantenga estable un pedazo de ADN que no es tuyo, porque cuando comes digieres. El único problema, es cuando en la producción transgénica el constructo genera una proteína que produce alguna reacción alérgica", sostiene. A su juicio, es necesario educar al respecto porque la transgénesis solucionaría la falta de alimentos.
LOS DIENTES DEL FUTURO
El laboratorio de Biología Molecular está abocado desde hace varios años al estudio del desarrollo de la mandíbula, la parte maxilar y los dientes durante el desarrollo embrionario y los genes que en ello intervienen. Para esto, modifican la genética de ratones de laboratorio mediante el mencionado proceso "knock out".
La revolucionaria investigación denominada "construcción de un ratón con el gen de la amelogenina anulado: modelo para el estudio del desarrollo del diente", se sustenta en experimentar con las variables del gen que codifica la proteína amelogenina, principal componente del esmalte dental.
La idea es descubrir de que forma y en qué ámbitos interviene dicho gen, qué otros participan en la formación de la dentadura y, en definitiva, contribuir a la elaboración del mapa genético y develar los misterios de la génesis dental.
Con los conocimientos en la mano, las aplicaciones pueden ir desde terapias génicas dentales (que mejoran un aspecto del organismo y no se traspasan a las generaciones futuras), o incluso, en un futuro investigar las posibilidades de inducir que se genere una tercera dentición en los seres humanos.
Para ayudar a la experimentación, el nuevo laboratorio cuenta con el único bioterio o criadero de ratones libre de patógenos en Chile. Esto es favorable, ya que la limpieza de los ratones garantiza los resultados de las investigaciones. En otros bioterios los animales tienen tal nivel de anticuerpos para defenderse de las infecciones, que no se pueden hacer, por ejemplo, experimentos de inmunología.
La nueva infraestructura tiene sistemas filtro "HEPA", que permiten garantizar que las bacterias no van a entrar ni salir. Las celdas de los ratones son presurizadas, hay sistema de pasillos limpio y sucio, vale decir, no hay recirculación de la gente. El acceso es absolutamente restringido, solamente con llave a la persona autorizada después que se ha duchado, vestido con escafandra y filtrado. Sólo necesita un mejor sistema de autoclave, mecanismo que mediante presión elimina las bacterias, pero va a ser un bioterio modelo, en toda la región.
Paralelo a este proyecto, el departamento tiene montado un servicio para certificar los productos alimenticios y detectar sus riesgos cancerigenos. Sin embargo, el servicio aún no es muy demandado por las empresas. "No entienden que esta certificación puede aumentar la plusvalía de sus productos y ayuda a tener la seguridad de que no hay riesgos de descubrir demasiado tarde que un producto que consumimos produce alguna enfermedad de biomutación", señala la profesora Valdivia.
En relación al nuevo edificio y las investigaciones en curso la científica y académica concluye: "estamos abocados en nuestro proyecto facultad, proyecto Universidad de Chile, proyecto país. Si logramos establecer bien este sistema y darnos a conocer a nivel internacional en un simposio de biología del desarrollo del diente que el año 2002 voy a realizar en Chile, nuestro país podría marcar una senda en lo que es investigación básica en odontología".
