Magnifica actuación de los atletas abulenses en las pruebas absolutas de la tercera edición de la Milla Urbana ‘Premio Escuela de Atletismo Isaac Viciosa’ disputada ayer sábado en el Campo Grande de Valladolid. Tanto en la carrera femenina como en la masculina lograron colocarse en segunda posición. Ana Isabel Gutiérrez lo hacía tras Mayte Martínez, séptima en los 800 metros del último mundial de atletismo, mientras que Alberto Galindo llegada a continuación de Mohammed Elbendir, campeón de Europa sub-23 en los 5.000 metros.

La carrera femenina comenzó lenta con Rocío Aparicio marcando el ritmo hasta que sufrió un percance y tuvo que abandonar la prueba. Mayte Martínez y Ana Isabel Gutiérrez cogieron el relevo y comenzaron a tirar con fuerza descolgando al resto de participantes. En la última vuelta, Ana Isabel buscó un guiño de complicidad pero Mayte se lanzó hacia la victoria sin que su compañera pudiera seguirla. La vallisoletana entró destacada con un tiempo de 5:04 en los 1.609 metros que tuvo que recorrer, con cinco vueltas al circuito. Segunda clasificada fue Ana Isabel Gutiérrez y tercera Beatriz Antolín.

Media hora después de la carrera femenina, pasadas ya las ocho de la tarde, se disputaba la carrera masculina en la que Mohammed Elbendir y Álvaro Rodríguez partían como favoritos, pero Manuel Olmedo y Alberto Galindo también contaban en las apuestas como probables vencedores.

Nada más comenzar la prueba, Mohammed Elbendir puso su ritmo junto con el resto de favoritos al que se unía el vallisoletano Fernando Díez. Alberto Galindo, del Capol, tomaba el relevo y realizaba la primera selección importante hasta conseguir romper a Olmedo –campeón de España de 800 y mundialista en Berlín 2009- y quedarse con los dos vallisoletanos a jugarse el todo por el todo en la última vuelta.

Mohammed Elbendir apretó el acelerador, descompuso a Álvaro Rodríguez, descolgó a Galindo y se presentó solo en la meta, después de una exhibición de fuerza y poderío. Alberto Galindo llegó en segunda posición y Álvaro Rodríguez acabó tercero, totalmente roto.