Él Obila Club de Basket no quiere dejar pasar la oportunidad que se le plantea en la tarde del sábado de obtener una victoria tras la dolorosa derrota sufrida en Mérida el pasado fin de semana. Tendrá enfrente a un rival con el que jugó dos amistosos en pretemporada y en los dos el equipo abulense ganó, retirándose unilateralmente el Rayet Guadalajara de la cancha de San Antonio en la segunda de las confrontaciones por estar en desacuerdo con el arbitraje.

El próximo rival llega en el sexto puesto de la clasificación con dos victorias y una derrota. Cayeron con Sant Josep Girona en su único desplazamiento, y se impusieron en los dos encuentros en casa ante Real Madrid y Balneario de Archena, este último un claro favorito para el título. En el choque brilló con luz propia el ex ACB con el Real Madrid, Roberto Núñez, anotador de 33 puntos, y que persigue a Dreke Bouldin para el primer puesto de máximo encestador de la LEB Bronce. Dos espectaculares artilleros frente a frente que podrán ver los aficionados abulenses, pese a que Núñez no ha entrenado durante esta semana afectado por un proceso gripal pero que no le impedirá estar en la capital abulense.

El que parece que no jugará en Ávila es Marino Rodríguez, con una lesión en el pie derecho conocida como sesamoiditis. Su puesto en la convocatoria lo cubrirá el pivot canterano del filial alcarreño, Adrián Sánchez. En el bando local, se encuentran tocados Víctor Chuan, Frederic Castelló y Nacho Elizagaray, pero se espera contar con ellos frente al Rayet.

La verdad es que el conjunto alcarreño tiene configurada una plantilla bien armada con jugadores de amplia experiencia en superiores categorías y con varios años de permanencia en el equipo como el mentado Roberto Núñez, más Diego Pérez, Javi López, Sergio Fernández y Marino Rodríguez. Cuatro han sido los fichajes realizados y todos ellos de calidad: el base Rakim Hollis, procedente del Molina; Anton Savitski, un alero de LEB Plata que estaba en Almería; el pívot Zach Andrews, que estuvo en el Playas de Santa Pola de LEB Plata; y el base Rubén Arizmendi, que vuelve a las canchas tras haber estado en temporadas anteriores en LEB Oro con Los Barrios.

Para Antonio Cano, el entrenador verderón, el Rayet “es un equipo muy complicado con una consistencia ofensiva muy fuerte, que está entre los máximos anotadores de la competición, muy experto y que está llamado a ser uno de los favoritos al ascenso”. El punto débil para Cano del próximo contrario “es esa experiencia que tienen porque quizá no tienen poder físico, exceptuando los fichajes de los tres extranjeros”. Para ganarles “debemos imprimirles un ritmo fuerte y una intensidad que no les deje llevar el partido a ellos”

“Si tenemos opciones de ganar, debemos aprovecharlo. En el momento que podamos coger el partido se pondrán en una zona 1-3-1 y tenemos que saber leerla”, vaticina el técnico del Guadalajara, que considera a San Antonio “una cancha muy complicada y difícil”.

El partido se juega en el pabellón de San Antonio, con arbitraje del madrileño Santiago Fajardo Panizo y el asturiano Esteban Pombo Martín.