El Óbila Club de Basket encajó una derrota de las que duelen, no solo porque tras el resultado se iguale con el rival ADT Tarragona a seis victorias y seis derrotas, sino por la forma en que se produjo. Un partido en el que casi siempre fue por delante el conjunto visitante y que consiguió remontar en el último cuarto el cuadro verderón, que luchó dos prórrogas sin resultado final positivo.

Lo peor es la trayectoria de las tres últimas jornadas –por primera vez en la temporada se pierden dos encuentros consecutivos- donde el juego de los de Antonio Cano parece haber bajado muchos enteros y en el choque con los tarraconenses sólo dos jugadores estuvieron a la altura: el pívot Paul Willians, que se marcó 23 puntos, 17 rebotes y 31 de valoración, y Federico Castelló, que apenas había entrenado esta semana, y aún renqueante de su lesión fue el auténtico líder del equipo. El partido se hubiera ganado a poco que el Óbila hubiera estado más atinado en los tiros libres, ya que de 36 lanzamientos, tan sólo convirtió la mitad. Tampoco los aciertos desde la línea de 6,25 fueron afortunados porque de 26 intentos únicamente entraron cuatro.

No es que el Tarragona se mostrase en la cancha muy superior, pero sí que estuvo atento en los momentos decisivos. Un partido malo desarrollado por los dos contendientes, que empezaba con los de Antonio Cano encajando un parcial de 0-6. Sendas canastas de dos de Sergio Sánchez y Nacho Elizagaray redujeron distancias, pero los jugadores contrarios encabezados por Mortellaro iban por delante llegando a tener una ventaja de seis puntos, que se quedó en cuatro al final del primer cuarto debido a una canasta de Víctor Chuan (13-17).

En el inicio del segundo período, un tiro libre de Willians y uno de dos de Bouldin dejaba a los abulenses a un punto del rival (16-17). El choque estaba muy igualado, aunque para mal por el escaso juego ofrecido por los dos equipos. Las canastas se intercambiaban, pero siempre con Tarragona encabezando el electrónico, hasta que Castelló en gran jugada personal puso al Óbila con el marcador a su favor por primera vez (22-21). Pero los tarraconenses, y tras haber habido varias igualadas, lograban antes del descanso otra mínima ventaja (32-35), con un triple de David Viñas, que no pudo contrarrestar Sergio Sánchez a falta de cuatro segundos para que los jugadores se marcharan a los vestuarios.

Dos empates y dos prórrogas

Tras el intermedio, la situación no cambió, con el resultado siempre favorable al conjunto de Torreforta. A falta de poco más de un minuto, un triple de Chuan permitía empatar el partido (48-48), con todo por decidir en el último cuarto.

La remontada del Óbila parecía factible con el apoyo de su incondicional afición. Después de consumirse casi la mitad del tiempo, surgió Bouldin con un triple, que colocaba a su equipo otra vez por delante (56-55). A menos de tres minutos para el final, ya vencía el cuadro verderón por cuatro (61-57), una distancia que conjugó Tarragona con los aciertos de Stribling hasta volver a igualar el partido. Gracias a Castelló y Willians, los de Antonio Cano volvieron a ponerse con ventaja (65-61). Entonces el duelo se centró en los bases de cada equipo, Castelló por parte local y Julián Garrote por la visitante, terminando en tablas (68-68) para forzar la primera prórroga, no sin que antes en los últimos veinte segundos se cometiesen personales por unos y otros con el fin de intentar hacerse con la última posesión y sacar la victoria.

Y se jugó la primera prórroga, en la que Willians se hizo daño y tuvo que abandonar momentáneamente la cancha, circunstancia que aprovechó Mortellaro para que el Óbila no se declarase vencedor. El italo-americano mantuvo a su equipo con vida y con un empate a 73 finalizaba el tiempo añadido, con escaso poder anotador por ambos equipos.

En la segunda prórroga, Mortellaro comenzó haciendo de las suyas, secundado con sendos triples de Viñas y Garrote, que situaban el resultado en 76-81, cuando restaban poco más de tres minutos para el final. Un triple de Stribling servía para mantener a Tarragona con opciones de triunfo, que se lo facilitaron los errores locales, a falta de 19 segundos, con una pérdida de balón de Bouldin y una personal de Sergio que no desaprovechó Garrote. El protagonista de los 12 segundos finales fue un ex jugador verderón, David Viñas, primero cometiendo una personal, después capturando un rebote, para terminar con un tiro libre convertido de dos, que ponía el marcador en un definitivo 86-90 para su equipo.

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