Mañana sábado, el Óbila regresa ante su afición para jugar por segunda vez en encuentro oficial en el nuevo pabellón Carlos Sastre. Su rival será la Fundación Adepal Alcázar, situado en octava posición con dos victorias menos que los verderones y que en la última jornada ganó en su cancha al Balneario de Archena por 75-63.

Después de sufrir una derrota en Guadalajara, rompiendo una racha triunfal de seis partidos consecutivos ganando, los discípulos de Antonio Cano –que obtuvieron su primera victoria fuera esta temporada en la cancha manchega-, han olvidado ya el traspié. Los abulenses se encuentran animados y con más ganas que nunca de demostrar que su juego se parece más al desplegado en las seis primeras jornadas de 2009 que al visto en los dos primeros cuartos en tierras alcarreñas.

“Debemos marcar un ritmo alto de ataque y de defensa para que el rival no ataque porque tiene un poder ofensivo excelente”, dice el técnico del Óbila sobre el Adepal Alcázar que entrena Miguel Ángel Martín, un equipo que ascendió a finales de la temporada pasada a LEB Bronce y que cuenta con jugadores sobresalientes como el base Rafa Monclova, el ala-pívot Quique Bárcenas o el pívot americano J.C.Mathis.

Esta semana no ha estado exenta de complicaciones en la plantilla verderona por la ausencia a principios de la misma de Facundo Madoz jugando con Bergar León el Circuito Sub-20, del que regresó tocado de la espalda, no pudiendo entrenar del martes al jueves. Federico Castelló ha tenido molestias en un tobillo, sin olvidar las experimentadas por Dreke Bouldin.

El encuentro que arbitrarán el catalán Ernesto Olvera Alguacil y el madrileño José Luis López Córdoba promete ser muy atractivo no sólo por el espectáculo que se verá en la cancha sino por el que presumiblemente se dé en las gradas de la instalación entre dos animosas aficiones como la abulense y la alcazareña, contando esta última con numerosos seguidores que viajarán desde Alcázar de San Juan.

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