El Óbila Club de Basket quiere afianzar sus buenos resultados en casa y olvidarse de las derrotas a domicilio, y para ello, debe imponerse en la tarde de mañana al Navalcarnero, un equipo que llega a Ávila situado en el puesto undécimo, ocho por debajo que los abulenses, de los que distan tres victorias.

Tras la mala imagen ofrecida por el conjunto verderón en tierras asturianas, los jugadores dirigidos por Antonio Cano están trabajando duro y con la concentración necesaria para que los errores cometidos en la jornada anterior no se repitan. Para ello es necesario que la actitud y el hambre de victoria regrese al Óbila, para así ofrecer un bonito espectáculo a la afición abulense. No hay ningún jugador con problemas físicos salvo el lesionado Ion Ugarabe que sigue recuperándose de su rodilla.

El rival de esta semana es un conjunto que ya ganó a los abulenses en la primera vuelta, jugando en su cancha un gran partido. Cuentan con una plantilla de jóvenes jugadores, los cuales llevan jugando juntos varios años, a los que se unen hombres con experiencia como Javier Pérez o David Pulido. Se caracterizan por jugar un baloncesto alegre y vistoso para el aficionado, por lo que el conjunto verderón deberá emplearse a fondo para conseguir una nueva victoria en el Carlos Sastre en el que se encuentra invicto.

Se prevé un encuentro con alta anotación. El fuerte ritmo de los madrileños podría llegar a poner en aprietos a los abulenses por su menor rotación, si bien los locales gustan de correr y llevar los partidos a altas anotaciones. La afición volverá a ser un factor fundamental para animar a los verderones ya que haciendo inexpugnable la cancha, la presencia del Óbila será segura en los play off.

El partido se juega a las siete de la tarde en el Centro Multiusos Carlos Sastre, con arbitraje del madrileño Santiago Fajardo Panizo y del valenciano José Ramón Martínez Rodríguez.

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