Carlos Sastre se mostró exultante por el triunfo de su compañero de equipo, el australiano Simon Gerrans, en la decimocuarta etapa de la ronda transalpina, que concluyó en el repecho de San Luca, donde el de El Barraco llegó con los favoritos en el puesto decimocuarto, a 1’04”, mientras que Pablo Lastras (Caisse d’Epargne) entraba en el 96º, a 5’14”.

El abulense del equipo Cervelo destacó que "ha sido una sorpresa muy bonita y agradable para todo el equipo. Es algo que necesitábamos después de catorce días luchando y tratando de hacer bien las cosas para poder llegar al final con suficientes fuerzas como para poder afrontar la carrera con garantías", tras aumentar en tres segundos su ventaja en la general con Ivan Basso, su inmediato perseguidor, continuando en quinta posición, a 2’52” del líder, Denis Menchov. Lastras es 52º, a 44’59”

”La victoria de Simon Gerrans ha sido hoy muy importante para todos nosotros, gracias también al gran trabajo que ha hecho Philip Deignan, que eran los dos corredores de Cervélo que han estado por delante en la fuga de 14 corredores. Y luego, por detrás, el resto del equipo, que siempre ha estado arropándome y manteniéndome en posiciones delanteras para no tener ningún percance y estar siempre seguros”, declaraba Sastre.

El ganador del pasado Tour de Francia resaltó que, decantados por un ataque de Danilo Di Luca (LPR), "los últimos kilómetros y la recta final han sido una locura para poder entrar en ese repecho de San Luca en las posiciones delanteras", destacando que "el equipo ha trabajado a tope para que yo estuviese allí y eso me ha permitido el poder estar con los mejores y no perder tiempo en la general".

Simon Gerrans comentó que su victoria de etapa es “muy importante pero que su misión es ayudar a Sastre”. En su opinión, “no cambia mi situación en el equipo, ya que en la salida mi misión es trabajar para llevar a Sastre al cajón final del Giro”, de quien cree, que a falta de la última semana, muy dura debido a la montaña, “ha dejado claro que cada día va a más”.

Para mañana el pelotón se trasladará a la provincia de Ravenna para la disputa de la decimoquinta etapa de 161 kilómetros que se recorrerá entre Forli y Faenza, con un recorrido de media montaña que impedirá la relajación de los favoritos y posibilitará nuevas oportunidades para los fugados”.