Carlos Sastre, tercero en la general del Giro a 2.19 del ruso Denis Menchov, señaló en la segunda jornada de descanso en la carrera que "aunque no son muchas las opciones que quedan", mantiene "intacta" la ilusión por hacer un resultado importante en las dos etapas con llegada en alto que restan hasta el domingo.

"No son muchas las opciones que quedan, pero tenemos dos etapas de montaña con final en alto. Una de ellas relativamente corta, de 80 kilómetros, el miércoles con final en Blockhaus, y el viernes con final en el Vesubio. Ésta es una etapa un poco más larga y un puerto un poco más exigente que el del miércoles. Por lo tanto, son dos opciones, dos oportunidades que mantienen intacta mi motivación y mi ilusión por seguir intentándolo hasta el último día en Roma", explicó Sastre.

El vencedor del Tour de Francia y líder del Cervélo resaltó la necesidad de descansar después de una jornada muy dura en Monte Petrano y un traslado que obligó al equipo a llegar muy tarde al hotel, “pasadas las doce”.

"He tratado de descansar lo máximo posible de este Giro vertiginoso, en el que estamos soportando unas temperaturas completamente veraniegas. Y tratando también de recuperar fuerzas para afrontar esta semana, estos últimos cinco días de competición, con las máximas garantías para poder optar al máximo. Sobre todo de cubrir las expectativas con las que me presenté en esta carrera y volver a casa satisfecho de que he hecho todo lo que tenía que hacer y de que me he entregado al máximo cada día", concluyó Sastre.

Perfil de la 17ª etapa con final en Blockhaus

La 17ª etapa es un capricho de la organización del Giro con un único protagonista: el monte Bolckhouse, en cuya cima finaliza la jornada, hasta el punto de que el kilometraje se ha reducido hasta los 83 kilómetros. Una decisión que convertirá la jornada en una carrera lanzada hacia la cima de un puerto muy constante y largo, pero si rampas especialmente exigentes.