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El pasado fin de semana se celebraba en la bella localidad salmantina de Candelario la segunda edición de la subida que lleva el nombre de esta población. Un año más, la cita contaba con la promoción de los chicos del C.D. La Cabra Tira al Monte, la organización deportiva de la abulense Escudería Gredos y sobre todo la colaboración más que activa del consistorio de la localidad.

En Candelario se daban cita 49 participantes de los inicialmente 53 valientes inscritos, no compareciendo dos de ellos por motivos personales de última hora y algún otro por accidentarse el día anterior en el Rallye Villa de Madrid. Y es que la coincidencia de la cita madrileña la jornada anterior desanimó a unos cuantos que habría hecho la lista aun más grande, máxime cuando la prueba contaba con puntuabilidad para la Comunidad de Madrid, amén de ser valedera para el campeonato de montaña de Castilla y León.

El promotor ponía en escena una prueba con medios más propios de los certámenes nacionales que regionales, con tiempos on line y pantallas de información en el recorrido, vehículos de prensa y avituallamiento, y sobre todo una importante dotación económica en el apartado de premios a los que había que sumar primas de salida en forma de bonos de combustible, distintos regalos y reconocimientos para los más espectaculares, jóvenes y séniors, y un largo etcétera de ventajas añadidas.

Dentro de esta casi cincuentena de participantes nueve eran los siempre especialmente apreciados vehículos monoplazas, mientras que entre los carrozados nos encontrábamos desde los impresionantes GTs de Abia y García hasta las monturas más modestas.

Arrancaba la cita con buen clima, con unas temperaturas bastantes suaves e incluso fresquitas con los primeros rayos de sol, factor que conservaba el trazado algo frío al comienzo de la competición.

Esta circunstancia, unida al nuevo y desconocido firme ahora ya asentado –el año pasado acabó descomponiéndose- hizo que muchos se tomaran las cosas con calma en la primera ascensión (entrenos), aunque este no era el caso de Abel Calvo que por desgracia sufría una salida de pista con su SpeedCar GT 1000 sin, afortunadamente, consecuencias personales. Tampoco salía a la manga el madrileño Javi García con problemas en su Mitsubishi en la misma línea de salida.

Meneses y Zazo fuera de combate

Todo estaba preparado para la hora de la verdad, o lo que es lo mismo, la primera ascensión oficial tras el trámite de la del entrenamiento.

Entre los monoplazas se imponía el catalán Sergi Pañella, consiguiendo incluso bajar de los tres minutos con su SilverCar S2, pulverizando así el record de la prueba. El murciano Francisco José Hernández no se iba a quedar atrás con su registro que lo situaba 1,243 segundos tras el de Monlau Competición, mientras que el tercer mejor crono iba a ser para su compañero del equipo Automóvil Club de Murcia, Manuel José Mateo que ya se quedaba a casi seis segundos y medio del líder.

Entre los vehículos carrozados, el extremeño Eduardo Noriego imponía su Mitsubishi aventajando al Ferrari 360 del vallisoletano Juanjo Abia por un margen de 2,784 segundos. El madrileño Jesús García, que en la subida de entrenos había realizado un trompo con su Porsche 996 GT3 lograba situarse tercero siendo 3,430 segundos más lento que su opositor entre los GTs. Por desgracia esta manga se convertía en verdugo para los Clios, quedándose fuera de carrera por avería mecánica los Sport de los abulenses Juan Manuel Zazo y Jesús Meneses, así como el 16v de Paco Mejías.

Moreno se deja ver

Si bien las diferencias entre los participantes con monoplazas eran más que patentes, parecía que el único que podía hacerle cara a Pañella era el murciano Hernández. Estos pronósticos se iban a cumplir pese a que finalmente no lograba superar al catalán por 295 centésimas, todo ello en una manga en la que curiosamente no se iban a mejorar los cronos de la primera oficial.

Una vez más Mateo lograba encaramarse tercero con su SpeedCar GT R con un buen colchón de más de seis segundos de ventaja sobre el abulense Javier Moreno (SpeedCar GT 1000).

Donde si parecía haber más lucha era entre los carrozados, imponiéndose Abia en esta segunda manga oficial continuando así la buena racha que está teniendo el veterano piloto con el Ferrari. Esta vez era el extremeño Antonio Luis Casimiro quien lograba situarse tras Abia con el Porsche de García situado tras él a tan solo 603 centésimas de segundo, seguido el madrileño por el veterano Escort Cosworth de Juan Manuel Arbizu así como por el pequeño de los García.

Se quedaban fuera en los primeros compases de esta segundo y definitiva manga el segoviano Juan García así como el Peugeot 205 Rallye de Alcides Pinho.

Pañella y Noriego, vencedores

Los mejores resultados retenidos eran en general los correspondientes a la primera ascensión oficial, tiempos que daban la victoria entre los monoplazas a Sergi Pañella con Hernández y Mateo completando el podio de la categoría. En cuarta posición se situaría el abulense Javier Moreno.

Entre los carrozados, el podio quedaría compuesto por Noriego, Abia y Casimiro, quedando la clase 5 en manos de Arbizu, con el abulense Pablo Jiménez (Citröen AX Proto) tercero, venciendo la clase 3 el andaluz Alberto García (Renault Clio Sport), en la que era segundo el abulense Fernando Hernández (Citröen AX Sport), séptimo Juan José Colino (Renault Clio Sport) y octavo Jesús Rufes (Seat Ibiza 2.0 16v).

Por lo que respecta a la clase 4, la victoria iba a parar a manos del madrileño Paco Flores y su Clio Sport ‘atómico’, quedando la 2 en manos del toledano Diego Díaz (Renault Clio Sport). La clase 1 destinada a los vehículos más modestos era para el Peugeot 205 Rallye de Rubén Alonso, mientras que Jorge López obtenía una incontestable victoria entre los Clásicos, superando a todo un ejército de monturas netamente superiores con su Simca 1000.