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La Vuelta Ibérica de Ultraligeros aterriza en Ávila

José Manuel González y Guillermo Sánchez fueron los primeros en llegar de 40 participantes

 

La XVIII Vuelta Ibérica de Ultraligeros, organizada del 31 de julio al 8 de agosto por la Asociación de Pilotos de Ultraligeros de España y Portugal, ha 'aterrizado' hoy en Ávila, en su única escala en Castilla y León durante las siete etapas de las que consta.

 

El Club de Vuelo 'Valle Amblés', situado en la localidad de Salobral, a poco más de 10 kilómetro de Ávila, ha recibido a partir de las 11.00 de la mañana a los cuarenta participantes en esta iniciativa alejada de la competición, que reúne a aficionados de España, Portugal y Francia.

 

Los primeros en aterrizar en una de las tres pistas de que consta este campo de vuelo, uno de los 200 de España, han sido los maños José Manuel González, salmantino de nacimiento aunque zaragozano de adopción, y Guillermo Sánchez.

 

Lo han hecho en torno a las 11.00 de la mañana, después de 2 horas y 35 minutos de un trayecto de 427 kilómetros entre la localidad oscense de Monflorite y la capital abulense.

 

Ambos han destacado el espíritu de esta prueba alejada de la competición, así como la "gran belleza" que desde el aire tienen localidades segovianas como Riaza y Pedraza o la propia capital de la provincia, aunque ambos se han mostrado especialmente sorprendidos por la capital abulense.

 

Tras su llegada, han ido aterrizando progresivamente el resto de participantes en unas instalaciones de 15 hectáreas, que constan de tres pistas, la más larga de casi 800 metros, y de seis hangares con capacidad para más de una veintena de ultraligeros, según ha explicado a los periodistas el presidente del Club, Vicente Sánchez.

 

No competitiva y de carácter turístico

 

Asimismo, ha apuntado que la vuelta Ibérica "no tiene espíritu competitivo", ya que además de ser una manera de mantener el contacto entre los que comparten esta afición, también supone una forma de hacer turismo por lugares de interés como Ávila, Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

 

Precisamente mañana, tras una recepción a los participantes en el Ayuntamiento de la ciudad esta tarde, los participantes partirán con destino a la ciudad portuguesa de Évora, también Patrimonio de la Humanidad.

 

Los ultraligeros participantes suelen pesar, incluyendo pilotos, combustible y equipaje, en torno a 500 kilos, y cuentan con una autonomía de unos 1.000 kilómetros, a razón de unos 15 litros de gasolina a la hora, así como una velocidad que oscila entre los 120 y los cerca de 300 kilómetros por hora.

 

Con inicio en Trebujena (Cádiz) el pasado 31 de julio, y final en Ocaña (Toledo), esta edición de la Vuelta Ibérica de Ultraligeros ha recalado en Ávila por segunda vez en homenaje al aviador abulense Ignacio Jiménez Martín (Ávila, 1898-Madrid, 1959).

 

Este año se cumple medio siglo de su muerte y 80 desde que en 1929 cruzó por primera vez y sin escalas el Atlántico sur -Sevilla-Bahía-, a bordo del monomotor 'Jesús del Gran Poder', junto al gallego Francisco Iglesias Brague.

 

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