wadhoo.com

VERSIÓN IMPRESIÓN

CLIC PARA IMPRIMIR >>> IMPRIMIR

La primera temporada sin representación en la máxima categoría

El deporte abulense languidece y no se observan signos de recuperación

fjrigjwwe9r0TABLA_32:C3
edf40wrjww2TABLA_32:C3
fiogf49gjkf0d
La desaparición del equipo voleibol en la competición de la Superliga femenina, supone que por primera vez en catorce años, Ávila no dispondrá para la temporada 206-2007 de un conjunto en la máxima categoría en cualquiera de las muchas modalidades deportivas que por equipos se disputan en el territorio nacional.

Ávila, junto con Toledo y Cáceres son las únicas tres capitales de provincia que tienen el demérito de no contar con representación deportiva en las primeras categorías nacionales durante la próxima campaña. El capital deportivo acumulado durante casi tres lustros por el voley femenino desapareció de un plumazo ante la pasividad de la sociedad abulense. No parece que a corto o medio plazo pueda tener un sustituto en las superdivisiones porque ninguno de los clubes que participan en los diversos deportes colectivos tiene asegurado el total respaldo económico y social de la ciudad.

En el fútbol el apoyo al club decano de la provincia, el Real Ávila, es muy escaso y los proyectos que anuncian el ascenso a categorías superiores quedan congelados ante la carencia de recursos económicos y de instalaciones adecuadas. Muy lejos en el horizonte se ven los casos del Villarreal –con la misma población que Ávila pero con un tejido industrial importante-, por citar un ejemplo que nos da sana envidia. En las divisiones inferiores, el descenso del Colegio Diocesano, después de militar muchos años en liga nacional, ha supuesto que ahora no tengamos un representante en las categorías de los mejores jugadores juveniles. Menos mal que las chicas de la Casa Social Católica continúan militando en la Primera División femenina, siendo este equipo el que más arriba se encuentra.

Teniendo en cuenta que el balonmano en nuestra ciudad es muy incipiente, el baloncesto representado por el Óbila Club de Basket ha sido el único deporte colectivo que se ha salvado en la última campaña. Pero aspirar a jugar en divisiones superiores a la EBA no deja de ser una quimera sino se cuenta con los suficientes apoyos de todo tipo: económicos y de instalaciones como en el caso del fútbol. Los aros de la canasta son demasiado estrechos para que la pelota entre en un nivel deportivo superior. Vamos que en deportes de sala estamos bajo mínimos.

¡Qué diferencia respecto a otras ciudades pequeñas en las que modalidades deportivas distintas al fútbol son la seña de identidad de un pueblo a nivel nacional e internacional! En ellas los ayuntamientos y los empresarios han visto que podían rentabilizar su proyección con inversiones en importantes proyectos deportivas. Sirva de ejemplo Ciudad Real que cuenta con el equipo campeón de Europa de balonmano y que es la máxima potencia nacional. Otro caso es el de la vecina ciudad del acueducto, donde el Caja Segovia ha llegado a proclamarse campeón de Europa de fútbol sala. En este deporte, capitales como Lugo -con dos equipos- y Guadalajara, disponen de formaciones en la División de Honor. En balonmano, Logroño cuenta con un equipo de balonmano en la liga Asobal, mientras que Teruel dispondrá la próxima temporada de uno en la Superliga femenina de voleibol.

Excepto en ciclismo, ninguna estrella individual de nivel nacional

Si nos agarramos a los deportes individuales, las otrora figuras nacionales del atletismo (Santiago Moreno y Ángel Hernández) tuvieron que retirase por imperativo de la edad, sin encontrar sus relevos posteriores. El ciclismo es que el que ha salvado los muebles desde que Ángel Arroyo se subiera al podio del Tour de Francia. Desde entonces no han faltado corredores al máximo nivel. Pero la cruzada emprendida contra el dopaje está dejando al ciclismo por los suelos, afectando ya a un ciclista abulense, Paco Mancebo, que junto con decenas de corredores del pelotón internacional están señalados con el dedo como presuntos infractores de la normativa del doping.

Mientras tanto y en las categorías de promesas, en el deporte individual nos tenemos que conformar con los éxitos del kárate, las medallas de la nadadora Blanca Soto –que tuvo que salir de Ávila para progresar-, y algún podio de los jóvenes practicantes del atletismo.

De las instalaciones mejor no hablar porque este es un capítulo siempre pendiente y nunca totalmente resuelto a satisfacción de sus usuarios que no son sino los clubes y entidades deportivas. La utilización para otras actividades no deportivas impide en unas cuantas ocasiones a lo largo del año que los que realmente deberían hacer uso de ellas –los deportistas- se vean con la triste realidad de no disponer con la instalación en el momento oportuno. Se anuncia un nuevo pabellón, pero también con la modalidad “multiusos”, es decir, que el deporte es uno más dentro de otras actvidades y eventos. Probablemente cuando quiera estar en funcionamiento, ya se habrá quedado insuficiente. Es una realidad que la sociedad abulense demanda no solo el disfrute del espectáculo deportivo sino la práctica del mismo, siendo cada vez mayor el número de personas que hacen deporte.

La salud deportiva se tambalea por la carencia de apoyos

La importancia de una ciudad o de una región, su calidad de vida, se mide por la suma de muchos factores, entre ellos la seguridad ciudadana, la renta per cápita, el empleo, el acceso a la vivienda, la cultura, la industria… y el deporte. Sin entrar a valorar todas las carencias en los parámetros citados, lo cierto es que nuestro deporte se va apagando según transcurren los años, sin que aparezcan síntomas de revitalización por la falta de un apoyo decidido de las instituciones, que no están demasiado dispuestas a que la actividad deportiva sea una de sus prioridades. La ausencia de un tejido empresarial fuerte impide que los patrocinios al deporte abulense sean jugosos y ante la ausencia de euros… la salud deportiva se tambalea.

En fin… nos queda el consuelo de que estamos en los prolegómenos del inicio de una nueva temporada con renovadas ilusiones. Esperemos que la curva descendente en materia deportiva haya tocado el suelo y comience una recuperación hacia arriba para el deporte abulense. A quienes no ven tan mal la situación, les servirá decir que estamos como Toledo y Cáceres, capitales de provincias limítrofes que en otros tiempos tuvieron equipos en la máxima categoría del fútbol sala, en el caso toledano, y del baloncesto en el cacereño.

CERRAR