Un juego con mayor continuidad en la regularidad de las acciones y actuando más en equipo, bastó para que el Óbila se quedase con la decimosexta victoria de la temporada, la quinta consecutiva en el Centro Multiusos Carlos Sastre, donde se halla invicto. La mejoría experimentada en relación con anteriores jornadas rompió el esquema individualista para dar paso a maniobras colectivas.
Ante el cuadro madrileño de la Fundación Valdemoro Siglo XXI desaparecieron gran parte de los defectos pasados. La autoestima de los jugadores se notó sobre la cancha y en ningún momento se vio al equipo abulense con la inseguridad de otras noches. Antonio Cano apostó desde el principio por Facundo Madoz y Sergio Sánchez en detrimento de Federico Castelló y Nacho Elizagaray. Salieron fuertes ambos conjuntos, con especial eficacia en los lanzamientos desde 6,25 por parte del equipo visitante. No obstante, los locales supieron mantenerse en el electrónico y con una mínima superioridad cerraron un primer cuarto bastante igualado (24-22).
Donde se fraguó la victoria fue en el segundo período. El Óbila hacía gala de una buena eficacia anotadora, a la que unía la mejora de su potencial bajo aros, si bien el Valdemoro no se quedaba atrás y las diferencias en el marcador eran mínimas debido al acierto en los tiros de los madrileños. El espectáculo que se mostraba mantenía en tensión a la afición, mientras que el técnico visitante Carlos Barajas protestaba continuamente a la pareja arbitral, lo que provocó que le pitaran una técnica. En el tramo final del cuarto se suscitaron los mejores momentos locales, que permitieron al celérico cuadro verderón irse con una clara ventaja al descanso (47-34).
Tras el paso por los vestuarios, el nivel del juego disminuyó, convirtiéndose el partido en un correcalles, con ataques indecisos. El electrónico no varió durante una buena porción de tiempo. Luego se produjeron algunas acciones aisladas aceptables pero el choque había caído en intensidad. El crédito existente a su favor sirvió para que sin un juego brillante, el Óbila continuase viviendo de las rentas obtenidas en el segundo cuarto (64-50).
La principal oposición que se encontraron los abulenses en el último período fue el acierto en los tiros de tres del veterano alero Nacho Yáñez y del base Gorka González. Por fortuna, la suerte ya estaba echada y al Óbila le bastó mantener la posesión del balón para sumar con merecimiento un nuevo triunfo en casa, que debe servirle para afrontar con mayor moral el tramo final de la liga.
Con la victoria conseguida ante el Valdemoro –al que rebasan en el basket average-, los jugadores de Antonio Cano se colocan a sólo un triunfo de alcanzar la fase de play off, un hito histórico para el que disponen aún de cuatro oportunidades, las cuatro jornadas restantes. Ahora el Óbila se sitúa tercero en la clasificación, a dos triunfos del líder, Alerta Cantabria, y empatado con Promobys, Molina y Huelva.
|