Victoria, venganza y clasificación. Con estas tres palabras se puede definir el resultado final del encuentro que disputaron en la tarde de ayer Carrefour El Bulevar de Ávila y el Real Canoe Natación Club. Un triunfo más de los abulenses, el decimosexto, pero importante por partida triple. Por un lado, por los dos puntos obtenidos. Por otro, por lo que significaba de revancha a la derrota sufrida en la cancha del Pez Volador en la primera vuelta. Y finalmente, por que suponía el pasaporte definitivo para jugar la eliminatoria de ascenso a LEB-2 –la segunda consecutiva en la corta historia del club-, una vez que fallaron los equipos que podían poner en peligro tal objetivo, Bansander, derrotado por el Ciudad de Móstoles, y Aridane, superado por el líder, Illescas.
El partido con Canoe fue similar al jugado en Villaviciosa de Odón en la jornada anterior. Después de llevar ventajas sustanciosas, el rival se acercó con peligro y puso en duda que el cuadro abulense pudiera ganar. Dos cuartos para cada equipo, el primero y el último para Carrefour, mientras que los madrileños se hacían con el segundo y tercero.
El inicio del primer período fue bastante flojo en cuanto a juego, con los locales sin encontrar del todo su sitio y los visitantes marchando ligeramente por delante en el marcador. Pero llegado el ecuador del cuarto, comenzó a funcionar el tiro exterior abulense poniendo tierra de por medio para instalar en el electrónico una ventaja de doce puntos (27-15) que preveía un partido fácil para los de Antonio José Gómez. Así parecía según transcurrió el segundo parcial, con buenos aciertos desde la línea de 6,25 de Scherer, Mediano, Panizo y Juan Blanco, que elevaron la diferencia hasta los diecinueve puntos con que se llegaba al descanso (51-32). En el transcurso del cuarto, Fran Ruiz se resintió de las molestias en su esguince de tobillo, no volviendo a saltar a cancha el resto del partido.
En la reanudación se instauró en Carrefour El Bulevar el desorden y la debilidad defensiva, como ha sucedido en encuentros anteriores. El equipo local perdía balones a favor del contrario y no encontraba la forma de encestar en la canasta rival. Con Nick Maglisceau como único adalid en el poste –hecho un jabato-, el juego interior se debilitó, al estar ausente Fran Ruiz y con Tomás Ramón en el banquillo por tener cuatro personales. Esta circunstancia benefició a Canoe que se fue acercando progresivamente al resultado de los abulenses, de modo que al término del tercer cuarto, la desventaja madrileña era ya de tan sólo ocho puntos (63-55). Una técnica pitada a Scherer contribuyó a esa reducción.
El fantasma de una nueva derrota para Carrefour planeó en la primera mitad del último cuarto, logrando el equipo visitante situarse a cuatro puntos de su rival. Pero el cuadro de Antonio José Gómez no quería sorpresas y supo poner de nuevo tierra por medio, rompiendo la presión del conjunto entrenado por Miguel Ángel Aranzábal, gracias a jugadas puntuales como un triple de Javi Panizo y el acierto de Maglisceau bajo tableros, sin olvidar las varias personales cometidas por el Canoe en su intento desesperado de sorprender a domicilio, sin que errara David Mediano en el lanzamiento de los correspondientes tiros libres.
En el último segundo, Tomás Ramón realizó uno de sus espectaculares mates, en las mismas narices de Benjamín de la Fuente, jugador rival declarado como ‘enemigo público número uno’ por la afición de San Antonio, por sus constantes provocaciones, como hizo en el partido de la primera vuelta y en la temporada pasada jugando en el Colmenar Viejo, que vino a Ávila con el único objetivo de sacar de sus casillas a Nick Maglisceau. Sin embargo, el pívot abulense eclipsó totalmente las pretensiones de De la Fuente, realizando un gran partido, siendo el jugador más valorado y el máximo anotador del choque, capturando 15 rebotes.
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