El Asisa BM Ávila afronta la segunda vuelta de la liga de Segunda División en una discreta décima posición, por debajo de las previsiones inicialmente previstas cuando se comenzó la temporada. Con la permanencia prácticamente conseguida, es el momento de que el equipo abulense empiece a remontar el vuelo con el año nuevo, cuyo horizonte a final de temporada se encontraría en ocupar una de las seis primeras plazas.
Siendo conscientes de la dificultad de lograr ese objetivo, la plantilla blanquiazul espera dar el do de pecho en toda la segunda vuelta, la que comienza el próximo sábado ante el BM Arroyo. Los jugadores que entrena Marco Antonio Rufes, no renuncian a volverles a derrotar, pese a ser conocedores de la dificultad que entraña la aventura ante un equipo que está inmediatamente por encima de los abulenses, con los mismos diez puntos en la tabla, por lo que un triunfo supondría rebasarles en la clasificación.
Tras un mes sin competir, es de esperar que los turrones no pasen factura al equipo abulense, que lleva ya dos semanas de entrenamiento con las miras puestas en corregir errores y reforzar conceptos de cara a estar lo mejor posible en la segunda parte del campeonato. El inmediato rival es un equipo con oficio con jugadores que tienen puestas las miras en el conjunto que milita en Primera División. En este encuentro, el Asisa deberá tratar de tú a tú a los pucelanos, quienes perdieron en San Antonio en el partido inaugural de la liga por 35 a 31.
Respecto de los efectivos disponibles, el entrenador abulense no podrá contar con Rafik, ausente durante algo más de un mes por motivos laborales. Las dudas radican en ver el estado en que se encuentran aquellos que acusan problemas físicos. José David Dozo se halla en pleno proceso de recuperación de su hombro, mientras que Carlos García sufre molestias en la rodilla, y Raúl Jimeno tiene problemas en un dedo.
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