La provincia de Ávila cuenta, desde que hace dos meses fuera inaugurada la temporada truchera en esta provincia, con un nuevo Escenario Deportivo Social de pesca que está respondiendo a las expectativas de quienes apostaron por esta iniciativa y, por supuesto, de los pescadores que ya han tenido oportunidad de pescar sus truchas en este lugar.
Este nuevo E.D.S. del río Tormes en Ávila se denomina La Aliseda de Tormes por encontrarse en este municipio abulense y sustituye al existente en temporadas anteriores en Zapardiel de la Ribera. El límite superior del mismo es el puente de La Angostura y el inferior el punto de la Garganta de Navamediana.
Desde la Junta de Castilla y León se ha decidido este cambio de régimen piscícola en base a los estudios de los técnicos abulenses y al consenso con la Federación de Pesca y Casting de Castilla y León y otros colectivos implicados en la conservación de los ecosistemas acuáticos en general y la fauna piscícola en particular.
Los estudios mencionados anteriormente se basan en muestreos piscícolas que se realizan anualmente mediante pesca eléctrica por parte del personal técnico y de campo. En estos estudios, según señaló a EL MUNDO el técnico abulense Jairo Vicente Sainz, se ha observado un importante incremento de la densidad y la biomasa truchera, con lo que este tramo de río cuenta con una población de trucha abundante y en progresión que lo convierte en un lugar idóneo para constituir un nuevo E.D.S.
Más largo
Este tramo tiene 6 kilómetros de longitud con lo que duplica a la del anterior E.D.S., situado en Zapardiel. Este considerable aumento de longitud pescable, unido a la existencia de más accesos al río, va a permitir la celebración de importantes competiciones deportivas de pesca, como el campeonato autonómico salmónidos mosca que se celebrará el fin de semana del 30 y 31 de mayo.
Jairo Vicente asegura que conviene destacar las singularidades de este EDS con respecto a otros de la Comunidad. En primer lugar, este río presenta una gran torrencialidad como consecuencia de su régimen de caudales tan variable: crecidas importantes en invierno por las lluvias y por el deshielo en primavera, y estiajes muy acusados como consecuencia de la ausencia de regulación artificial.
Por otro lado, las aguas son frías, bravas y muy transparentes como consecuencia de la escasez de arrastres sólidos. Los dos motivos anteriores provocan que la captura de la trucha sea compleja pero también un gran desafío. Otro atractivo es el objetivo: la bellísima trucha del Tormes, considerada como la estirpe con la librea más vistosa del país.
La temporada está siendo notable ya que el Servicio de Medio Ambiente en Ávila confirma que la media diaria de capturas por pescador es de 5 ejemplares con talla superior a 21 centímetros y casi 6 inferiores a esta medida.
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