José Gutiérrez Alaiz/LEÓN SIETE DÍAS DIGITAL
Había muchas expectativas puestas en la llegada del domingo día 25 de octubre entre los aficionados a la caza. Se abría, por fin, la veda de la caza menor. Cierto es que en el resto de España llevan ya cazando dos semanas, pero en Castilla y León somos así, los últimos en abrir la veda y los primeros en cerrarla. El campo se llenó de cazadores, perros y también lluvia en buena parte del día. Los resultados no fueron de ninguna manera los esperados, sobre todo en la perdiz, reina indiscutible de la caza menor.
En la media veda pareció que había perdices en el campo, no muy abundantes, pero si las suficientes para considerar que habría un año normal de caza. El balance una vez concluido el primer día de caza ha sido entre malo y muy malo en lo que se refiere a perdices. Es verdad que los días nublados y lluviosos las perdices tienen la habilidad de desaparecer de la vista de los cazadores, pero a pesar de ello pocas se han podido ver.
El conejo ha salvado el día, en los lugares donde los hay, ya que es una especie con un reparto muy desigual en la provincia y la comunidad. Los cazadores consideran esta especie secundaria en la caza menor, la primera sin duda es la perdiz, pero a falta de patirrojas, también sirven los conejos. Que, por cierto, han sido abundantes.
La liebre se ha recuperado algo, se han visto correr algunas en lugares donde el año pasado eran inexistentes. Mucho han tenido que ver las repoblaciones en lugares concretos. De todas formas, la mayoría de los cotos este año no la están cazando para que consiga recuperarse de la mortandad provocada el año anterior.
Son las regulaciones de los cotos y los propios cazadores los que más se preocupan de las especies, en lucha con otros colectivos a quienes les da igual que existan o no animales en el campo. La propia Administración poco se preocupa, creen que con poner espacios breves de caza es suficiente, y no es así. Si no fuera por los cazadores, no habría en el campo especies cinegéticas, pero tampoco de las que no son.
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