Con una meteorología marcada por las altas temperaturas, la vigésimo segunda edición de la Ciclomarcha Ciudad de Ávila transitó durante la mañana del domingo por diversas carreteras de la provincia. En torno a un centenar de ciclistas participaron en esta cita que salía de la Plaza de Toros de Ávila pasadas las ocho y media de la mañana para ascender diversas cotas de montaña y discurrir por varias localidades de la Tierra de Pinares.
Un trazado desequilibrante es el que tuvieron que afrontar los integrantes de una caravana multicolor. Cien kilómetros esperaban a los cicloturistas subiendo La Paramera como primer aperitivo, sin que se marcaran demasiadas distancias entre los esforzados de la ruta. El descenso hacia El Barraco y la posterior ascensión a la localidad de Cebreros fraccionó en numerosos paquetes el inicial pelotón, que definitivamente quedó hecho añicos al subir el puerto de Arrebatacapas donde el calor hizo mella en los participantes, que pudieron recuperar fuerzas en el avituallamiento de la cima.
Después de descender a San Bartolomé de Pinares y pasar por Herradón de Pinares, vendría la última dificultad a superar, ya con las piernas muy castigadas, como era el puerto del Boquerón, corto pero explosivo, suficiente como para tener que buscar un respiro en el reagrupamiento de Naturávila, antes de entrar en la meta situada al igual que la salida en las inmediaciones de la Plaza de Toros de la capital abulense.
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